Al comenzar esta primavera y con la ayuda de Virginia (Ayyyyyyyyyyyyyy, cuánto la echamos de menos) hicimos un taller de jardinería. Nuestros niños y niñas además de sembrar cada uno su planta y cuidarla, también plantaron a Pepito. Pepito era calvo...muy calvo, pero con agua, sol y mucho cariño...ya véis en lo que se ha convertido.
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